Todos sabemos que cuando hacemos un gesto repetidas veces, con la práctica lo hacemos mejor. Igualmente cuando lo repetimos un mal gesto decimos que “cogemos vicio”. Esto se debe a la plasticidad del cerebro, esto es, la capacidad de generar más conexiones entre sus neuronas para ser más eficaz en una función.
Cuando por el motivo que sea (ictus, tumores, accidentes, enfermedades…) existe una lesión cerebral, existen daños en las neuronas y perdemos o se alteran algunas funciones.
Con la Fisioterapia neurológica tratamos de recuperar estas funciones, desgranando el movimiento para su correcta realización, y repitiéndolo para estimular nuevas conexiones entre las neuronas restantes.
En la fase aguda intentaremos dar el mayor estímulo posible (graduado en función de las capacidades del individuo), para fomentar la mayor recuperación posible, por lo que la frecuencia de las sesiones será elevada.
Una vez la lesión neuronal se va estabilizando y con ella el progreso, iremos disminuyendo la frecuencia de las sesiones hasta dar con la cadencia adecuada (mantenimiento).
Cada lesión es única, y cada recuperación también con lo que la evolución de cada caso es difícil de prever, hay que estimular al máximo al individuo para desarrollar su máximo potencial de recuperación.